sábado, noviembre 29, 2008

Tubo

-¿Se llama “polo tipo tubo”?
-¡Miau miau!
-Y cuando fue a comprarlo le dijo “Señorita ¿cuanto por el tubo?
-¡Miau!
-Pero se presta ¿no?
-Miau miau
-Podría decir, “este tubo me ajusta, otro mejor, más holgado”
-¡MIAU!
-O tal vez dijo: señorita me gusta este tubo y la vendedora le dijo “ese tubo te calza” y la otra: si, con este tubo me siento feliz
-¡MIAUUUUU!
-Y si alguien pasara por ahí le diría, señorita, su tubo se ve muy bonito, gracias señor. Es más, le compro yo el polito ese, yo le voy a dar por el tubo, gracias señor, no que ocurrencia, si por su tubo yo doy lo que sea, uy señor usted es todo un caballero
-¡MIAU MIAU MIAU!
-Y quien sabe luego el señor le diría, señorita déjeme tomarme una foto con su tubo, ya señor, y cuando se tomaran la foto la gente gritaría “buena tío, te doblaste con el tubo” yo soy así, diría el señor, por un buen tubo pago lo que sea y la gente aplaudiría,”!una vueltita, una vueltita”! y eso que este tubo salió barato, se jactaría el tío ¿Cuanto pagaste por el tubo tío? Una ganga muchacho, pucha te felicito tío ahora abraza a la chica pues, no seas malcriado tío, todo no es tubo en esta vida, tiene razón joven
-¡MIAUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!
-Pero porque tanta cochinada en tu mente, ¿acaso esa no es una pregunta inocente? Vas a la ferretería y le dices a la señorita que atiende ¿Señorita cuanto pro el tubo? Tanto, te dice la vendedora, no, muy caro pues, ya señor, con rebaja pero se lo lleva todo, así si me compro ese tubazo y la señorita diría ok, pero espero que sea suficiente, ya yo me arreglo nomas, yo creo que su herramienta no va a alcanzar para este tubo, no si alcanza, es mas a veces hasta he roto algunos tubos con eso, no le creo señor, mira si rompo tu tubo pues luego te reclamo, no se preocupe señor, este tubo es resistente, ya pues así si. Si tiene una buena herramienta, de hecho va a poder con este tubo y los dos vamos a quedar satisfechos, yo me arreglo amiga
-¡MIIIIIIIIIIIIIIIIIAAAAAAAAAAAAAAUUUUUUUUUUUUU!
-Oe y por cierto ¿Cuánto por..
-¡MIAU! #@!&%€¬!
-¿Cuánto nos demoraremos en llegar a Saga? digo…caray ya te falta ladrar nomas.

domingo, noviembre 23, 2008

Serpentario

Cuando uno ha tenido a una serpiente por mascota pues aprende que las serpientes siempre muerden. Está en su naturaleza lanzarse abyectas contra ti con su veneno y matarte o herirte de uno o muchos modos. No vociferemos contra la serpiente, es inútil, si le preguntas porque lo hace te mirará con esa cara de inocencia (que tiene todas las serpientes) y te dirá: no, yo no tengo la culpa, yo soy así, perdón. Hasta puede empezar a llorar y sentirse mal y hasta querer manipularte sentimentalmente.
Las serpientes hacen eso.
Lo segundo que se aprende es pues a no hacerle caso a las serpientes y por mucho que parezca hasta malévolo y malo, cada vez que vez a una de esas serpientes, o cada vez que tu serpiente ex mascota se te acerca, rápidamente, debes pisarle la cabeza y matarla
Claro que la serpiente llorará y te dirá, ¿Por qué me dañas? ¿Porque haces esto? ¡Perdóname! Y si tú, atacado en el corazón por el veneno sentimental lanzado hacia la profundidad de tu misericordia, aflojas la presión mortífera, recibirás como recompensa una herida mortal en tu pierna, que te dejará pensando seriamente en estas mis palabras
Las serpientes hacen eso.
No filosofemos pues acerca de la bondad o maldad de las serpientes, la estirpe de una serpiente son más serpientes, porque la fruta no cae lejos del árbol y siempre, siempre, siempre intentará morderte, matarte, herirte, dañarte. Que de eso no te quede duda viajero.
Las serpientes hacen eso. Y lo seguirna haciendo

martes, noviembre 18, 2008

Camisa de Fuerza

Hoy me he puesto una camisa fea, a mi no me gusta pero es una de esas camisas que no puedes botar y que sin embargo cuando te la pones siempre piensas “caracho porque no boto esta camisa o la regalo”, ahí está y cada cierto tiempo la cojo y la pruebo con el pantalón azul o a veces con el verde y al final no queda con ninguno pero me la pongo igual. Nunca me había fijado mucho tiempo en este detalle hasta hoy.
Mi jefe es un gringo, viene de alguna parte de Inglaterra la cual no sé donde queda porque cada vez que le pregunto me dice algo así como “akdasdfsdfburry”. Supongo que eso queda en Inglaterra aunque suene a que queda cerca de Kabul, bueno no creo que me mienta
El día de hoy estuvimos conversando, el siempre habla y me dice “ imberbei asjdfhakjdaksjNATION, asldjhasdasoiCORATION, alsjdhajhdaisTATION” a lo que yo respondo indefectiblemente “oh yes baby” y terminamos riéndonos mucho, eso si, siempre en ingles.
El día de hoy en medio de nuestras tan cultas e internacionales conversaciones me quede mirando su camisa, era una ploma con rayas la cual le gusta ponerse (eso o en el aeropuerto perdieron sus maletas y solo vino con lo que tiene puesto) Mire la camisa y en realidad es la camisa que me gustaría tener a mi. Lo curioso es que al parecer a mi jefe le gusto mi camisa ya que también la miraba de reojo (o eso o estaba manchada en la axila y yo bien campante). Me hubiera gustado decirle, a mi me gusta tu camisa ploma y a ti mi camisa beige con rayas azules, te hago un cambio de camisas ahorita nomas y quitarnos la camisa en la oficina e intercambiarla, claro que yo mido 1.70 y él como tres metros y entonces la suya me quedaría como un sobretodo (y sobretodo me vería ridículo) y la mía a él como un chaleco raro, una especie de alegoría de algún equipo. Me gustaría hacer eso y que él tenga la valentía de decirme también, oye cambiemos de camisa, me gusta tu camisa marca ACME, dámela y yo te doy mi camisa VALGOMILESDEDOLARES y entonces yo diría encantado “oh yes baby” y nos reiríamos mucho y cambiaríamos de camisa y me sentiría como que mas en familia y como que en la empresa ya me consideran de alguna forma, llegaría seguramente oliendo a ala de alguien de Inglaterra y el seguramente se quedaría con el olor del ala peruana, deben ser como distintos creo yo, las axilas no pueden oler igual. Regresaría a mi sitio contento de haber hecho esta especie de TLC camisero, de haberle dado una camisa que a el le gusta pero le queda chica y que él me dé su camisa ploma que me quedaría grande pero se ve bien. También podríamos cambar de autos creo yo y que él me dé su Jaguar y yo le doy un Nissan tuneado y entonces como que la cosa ya tomaría forma, por ultimo podríamos cambiar de puesto y yo sería el gerente y el seria el siguiente al mando si es que todos fallecieran y solo quedara vivo el portero (mi actual puesto) me sentiría como que realizado, sentiría que una gran cosa se logro con solo un cambio de una camisa y el Peru avanza.
Sin embargo sé que eso no pasará, desearemos en secreto nuestras camisas, odiándonos mutuamente de no tenerlas y quien sabe hasta nos odiemos un poquito más, día a día, hasta que nuestro malestar sea evidente y cada vez que yo lo vea con la camisa ploma lo odie y cada vez que el me vea con la camisa beige me deteste y nos odiemos y yo grite ¡Yankee go home! y él me grite “you fucking beaner” y así todos por unas camisa de mierda que no valen nada y que encima huelen a ala
Por eso mañana ire al trabajo en polo, no vaya a ser que por unas putas camisas ni el peuda decirma “hey yo imberbei, akusdhaushdNATIO” y yo “ohhhh yessss baby” y nos riamos, aunque en el fondo nos odiemos por no tener la camisa del otro.

miércoles, noviembre 12, 2008

Champiñones

El sábado tuve la oportunidad de viajar al pasado. Es bueno saber que uno puede viajar al pasado e ir vestido elegantemente sin que haya contradicción en esto. Maneje perdido pero durante mucho tiempo (porque el portal del tiempo estaba bien lejos) y al llegar, rapidamente me acomode en el asiento que me asignaron para mi viaje. Una vez sentado vi rostros de gente, del pasado obviamente, y creo que a través del reflejo de un vaso me vi yo mismo, sin mi babrbita ralona, el pelo mas desordenado, algunos granos y más flaco. No me asuste al mirarme, pero me causo extrañeza verme así tan desprotegido. Como es usual en un hombre, los recuerdos mejor guardados y más románticos tienen que ver con mujeres, así que vi rostros de niñas (porque a la época en que decidí viajar era un niño) que me había quitado el sueño (aunque eso sí, jamás el hambre). Las vi pues quinceañeras, olorosas, faldicortas y encoletadas. Las olí un poquito también y olían a sudor de clase educación física. Tome un trago, espere a recomponerme un poco (los viajes al pasado suelen ser pesados) y me sumergí nuevamente en el abismo que son los pequeños recuerdos. Sorbí otro trago y reconocí a una niña radiante que me hacia hola con su mano. Me invito a su casa y me invito galletitas, creo que también gaseosa, luego bajo su hermana y los tres conversamos (pero yo estaba prendado de la chica que me invito las galletitas). Luego vino su mama y me converso un rato y yo fingí ser un mocoso sin tema de conversación y hable un poco de todo. Luego vino su papa y me mostro sus medallas deportivas y yo me reí un poquito. Luego me despedí de la chica de las galletitas y me fui contento a mi casa porque ella se había reído de mis chistes, aunque creo que también lo hizo porque yo le caía bien. Recordé que estaba en el pasado y no tenia carro, así que tome un micro y me fui a la casa de mis papas.

Luego sinceramente me llego y decidí poner fin a mi viaje, desconecte el armatoste del viaje al pasado, tome otro trago y entre los viajeros al pasado, para mi sorpresa, se encontraba la chica de las galletas. Al parecer ella también había querido viajar al pasado y coincidimos. Al reconocerla quise hablarle, asi, jovial y despreocupadamente , pero ella rapidamente me evadio (creo que quizo hacerse la interesante). Yo me reí un poquito y no le di mayor importancia. Tome otro trago mientras la chica de las galletas (ahora la mujer con cuerpo de señora de las galletas) le decía al joven amigo que atendía en la agencia de viajes al pasado: ¿cómo te llamas?, mientras le coqueteaba y hacia todos los disfuerzos del mundo, se reía escandalosamente y se engreía. en medio de este raro episodio, evoque el presente y el sabor de los champiñones de Hello Kitty. El escandalo de la ex niña de las galletas era demasiado (creo que se paso de tragos o de euforia)pero yo estaba decidido a no hacerle caso, ni a decirle nada, primero porque no me gusto que se hiciera la loca y segundo porque estoy casi seguro que esta ex niña, mujer con cuerpo de señora, ya no tiene galletas para regalarme.Me levanté, cogi mi auto y me fui a buscar mis champiñones. De hecho ahora que como uno, mientras lo saboreo pienso que el pasado no sabe a mucho y que el presente sabe al ajillo. Buen apetito.

jueves, noviembre 06, 2008

Jimmylin

¿Han visto esa propaganda de “estudia para trabajar y no para practicar”? Debe de lejos ser la peor propaganda que he visto en mi vida. ¿Creen los creativos encargados de la publicidad que nadie en la vida ha “pagado derecho de piso”? salvo que seas un hijito de papa (lo cual no es un demerito) pues todos pagan el derecho de piso. TODOS, así en mayúsculas. ¿O ustedes creen que, por ejemplo, James Bond siempre fue el chico madurón y con mirada de “taquependejoquesoy”, que baja de sus sucesivos Aston Martin equipados hasta con una silla de odontólogo, maquinas de hacer algodón de azúcar y el extractor de jugos que promociona el abuelo Jack la ley? No pues, de hecho (y esto nadie lo sabe, o muy pocos) cuando James llego a Q, era un practicante mas, lo mandaban a traer café, comprar el periódico y le daban una china pa su micro (en esas épocas ni soñaría sentarse en un Aston Martin), se la pasaba oyendo el constante “ya pe Jimmy, tráeme mi café” “Jimmylin limpia mi arma” “oe Pedro, me llamo James, bueno como sea, no le pongas mucha cera al auto, ¡lo vas a rayar!, muchacho bruto caray”. Le pagaban con recibo por honorarios y si se enfermaba o le caía bala, lo siento le dirían, te vas al hospital de la solidaridad nomas, no hay presupuesto pa ti pes Jimmy, todo nos lo hemos tirado equipando la caña del agente 004, déjate de huevadas pes James, no te vas a poner en plan cuando la reina te necesita, tienes que ser camiseta pues. Fácil hasta habrían días en que no tenía nada que hacer y se la pasaba aburrido en su silla haciendo hora, yendo al baño a cada rato o por ultimo diciendo que le dolía algo para irse temprano, y se iba lateando porque le pagaban el sueldo mínimo. Le dolería la espalda por usar la peor silla (y eso que a veces ni silla le daban) y hasta comería su menú de 3 soles, con sopa y refresco, no habría para más. Así años pagando su derecho de piso aguantando miles de huevadas, como las amanecidas en la agencia haciendo el trabajo de otros, y hasta su respectiva puteada por parte de los jefes. Y sin seguro social, beneficios, sin fondo de pensiones, aumentos, gratificaciones por navidad, por 28 de Julio, caray ni paneton le darían. Años pensando ¿para esto estudie tanto?, teniendo que aguantarse las ganas de salir porque andaría misio (en esas épocas, de levantarse la cantidad de mujeres que ahora se levanta no había ni rastro, se levantaba a su mano nomas, hay que ser completamente honestos pues), no pudiendo darle ni una luca a su vieja, con las justas invitar un pollo a la brasa en su casa (y eso que después tenía que dejar de comer un mes), y soportando el desdén de su familia “¿Oye tu no trabajas para el estado? ¿Porque siempre paras misio?”, y Jimmylin , entre enojado y acongojado respondería “Es que el estado ya no paga lo de antes, ta mare con la reina”. Años chupando en la esquina con sus patas que le aconsejarían “Oe James, pero cámbiate de chamba pues, siempre paras telaza” y el pobre James justificándose, es que me gusta lo que hago, pero te explotan pes, pero ya me van a aumentar, ya hable con mi jefe y me dijo que este año si o si me suben 10 libras, ¡no seas pues! Y así año tras año, Jimmylin, sobre explotado y hasta laboralmente abusado, perseguiría sus sueños. Hasta que un dorado día, le dirían, Jimmycito, gracias a tu esfuerzo, te vamos a ascender hasta el puesto de espía agente secreto, y no tiene que ver que hayan muerto y desaparecido todos tus predecesores ni que la agencia haya entrado en recesión y casi bancarrota, no señor, te ascendemos por tus propios meritos. Y Jimmy, sintiendo que cada minuto explotado valió la pena, iluminaría su rostro con una sonrisa. Finalmente diría “Gracias por el ascenso, llámame Bond, James Bond” Bueno como quieras, pero pucha no nos acordábamos tu nombre y en tus boletas de pago te hemos puesto Pedro Bond, ya después lo arreglamos, ¿sale?