miércoles, abril 29, 2009

Master of the Universe

Llegar a las aulas es siempre inquietante, la gente no cambia jamás en los salones de clase, pueden ser grandes ingenieros de proyectos o gerentes de ventas, pero si en la época escolar fueron tremendos vagos créanme que los seguirán siendo. Por eso, en el momento de llegar a una clase de maestría, es importantísimo saber donde sentarse, ¿porqué? Porque muchos, sino todos, los profes cuando dicen “busquen un grupo” no pretenden que te pares y te vayas al otro extremo del lonsa, sino que ahí nomas, sobre el pucho y con la gente alrededor hagas un grupo más o menos homogéneo en apariencia. Siempre habrán los suertudos a los que les toque un grupo chévere donde todos trabajen y sean exalumnos del MIT además de parecer felices como cariñositos, pero también los hay piñas como yo que a veces nos han tocado grupos de vagos totales, vagos, revagos, supervagos, aunque yo tampoco puedo criticar mucho pes, es la verdad. Y con vagos me refiero a hombres y mujeres porque la hay vagas también, no solo vacas, sino vagas que ya es un gerundio superlativo superior pe varon, así es la cosa. Por eso al llegar a un aula, antes de entrar, sapea, investiga a quienes ya están dentro y sentados mirando la pizarra en blanco, hablando por cel o leyendo el periódico. De elegir donde sentarse dependerá tu futuro académico jugador, así que nada de ir sentarse tras el primer par de ricas…butacas, que luego cuando te estés amaneciendo haciendo la chamba de todo el grupo sangre lloraras.
Primero identifica tu salón, ¿es grande chiquito, ventilado, al fondo se podrá jatear tranquilo o no, las sillas serán cómodas?, eso es primordial porque déjense de huevadas pues, a las 9 PM lo que uno quiere es jatear y ver a Magaly presa, no estar escuchando de planeamiento estratégico aplicado, háganme el favor.
Realizado este análisis, pasarás a revisar a la tegen que por allí anda, los hay tios, jóvenes, madurones, señoritas, señoronas y tionas también, hay que hablar claro. Los tios casi no trabajan, ya ni entienden los conceptos nuevos, aunque suene feo hay que dejarlos de lado, los viejos a la tumba decía Gonzales Prada, así que a la mierda, no mires atrás. Luego están los tíos madurones y jóvenes que son un buen grupo pa empezar a chambear, pero entre ellos pululan los pendejos que no trabajan, por lo menos un tio tio, casi en un 90% de los casos siempre chambeara aunque su aporte sea inútil, pero con un madurón o un joven te la juegas, entonces tienes que ver otros elementos circunstanciales que ayudarán a tu análisis, o sea tienes que meterle un luqueada al ganado. Prmero están los tíos que leen gestión, por ahí que esos trabajan, luego los tíos que leen Perú 21, ahí hay un 50% de probabilidades que no chambeen y los que leen el AJA, ahí si jodido, esos no chambean ni así le pagues. Los jóvenes son un caso aparte, los que tiene tres celulares, esos tienen mas responsabilidades que samputa y jamás van a hacer los trabajos grupales, luego están los que llegan así medio informales, los joviales, ese grupo es bueno, esos usualmente chambean, los que llegan en terno y son jóvenes es porque los explotan y ya casi están atrofiados y los que llegan informales con un polo RIP CURL no trabajan y no jodas pues, como te vana ayudar a hacer un análisis financiero, ni cagando.
Las mujeres son un caso subjetivo, porque casi todas van arregladitas y confunden al enemigo, así te puede tocar cualquier cosa y cualquiera de esas chicas puede chambear, como que puede dedicarse a rascarse el culo toda la clase… ahí solo te queda orar y por último si te toca una chica bonita pero ociosa, pues ni modo, apelaras al viejo principio del planeamiento estratégico, el win-win, la cadena comercial perfecta y la no volatilidad del mercado, que dice así “yo te hago la tareíta y tú me das tu…buen humor”