sábado, octubre 29, 2016
Eternamiente
Escribir es eso, escribir. Te sientas y empiezas a teclear duro y parejo. Claro que las huevadas que puedan salir de ese experimento son variadas y pintorescas por decir lo menos. Es como regresar al deporte después de años y sentir todo el cuerpo maltrecho al día siguiente, todo entumecido y adolorido al mismo tiempo. Es igual solo que con tus manos y tu cerebro. Tratando de exprimirle algunas palabras que suenen a algo que tengan algún sentido en general. Pero los primeros días no lo tienen. Los primeros días el cerebro duele al volver al ejercicio de expresar todo esto con palabras, algunas de las cuales ya se han borrado de tu léxico habitual y aun así todo necio sigues tu tecleando rogándole a la musa que aparezca y se apiade de ti nuevamente y te regale un poco de eso que antes te daba abundancia.
Pero nada llega fácil, menos aquello que abandonaste. Eso es, incluso, más difícil de recuperar. Pero lo peor que puedes hacer es lamentarte, eso es lo peor, lo que debes hacer es seguir así, necio y seguir tecleando, necio, hasta que el teclado reviente, hasta que se borren las letras, los dígitos, hasta que el teclado envejezca del puro uso, así, necio, hasta que la musa se apiade de ti o no
Porque asi es pe, asi debe ser, y asi siempre será
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Felicitaciones,y puedes ser todo lo huachafo que quietas.
Estarás en diciembre?
Publicar un comentario