...Quando a gente ama brilha mais que o sol

Regálame una sonrisa que brille más que el sol, y que ilumine los recónditos rincones de mi corazón dañado, engañado y finalmente explotado y exprimido ante las exigencias de cariño de otros. Regálame una caricia que rememore tiempos felices dentro de los cuales la tristeza era una palabra extranjera y no grata, préstame un momento tus labios para poder reposar en el infinito sueño feliz de poder entrar en medio de los dulces sabores de tu respiración entrecortada. Concédeme la última pieza del baile sigiloso y coqueto de tus ojos al reír y cúbreme con el velo de calma que te acompaña como una sombra perpetua por donde caminas. Enséñame la suave aura que cubre con calidez y ternura tu cuerpo apartado del deseo terrenal, y prémiame con un beso al esfuerzo dedicado que perpetro a diario por hilvanar un par de frases coherentes al contemplar de lleno la pulcritud de tu sonrisa. Escóndeme en medio de las ondulaciones de tu pelo y déjame respirar tus aromas ensortijados que me hacen sonrojar en ti. Permíteme aprender a sonreír y a no exigir nada a cambio, permíteme estar triste de vez en cuando y recordar al amor como una exigencia perpetua de cariño insano. Permíteme hacerlo para que tu lo puedas cambiar en nuevos conceptos en donde las palabras sobran y donde el dar ocupa un lugar natural la vida de cada uno. Enséñame el amor como una ventana al tiempo muerto desde donde dominas con tu vista todos los momentos felices en donde el amor se multiplica y decide someter al tiempo por muy largos espacios en donde nada tiene una importancia vital
Exígeme no ser exigente y ocupa tu lugar sin reclamarlo. Camina por en medio de los campos minados que son las duras pruebas a las que te he sometido sin despeinarte y regálame un rizo que esconda una caricia furtiva en medio del gentío. Recuérdame ser bueno y no pensar cuando las memorias invadan mi mente aletargada y atiborrada de tantos recuerdos pútridos y de tantas memorias frescas de resentimiento. Sonríe, sonríe, sonríe, porque dentro de tu sonrisa se esconde todo un universo pleno de felicidad ondulante, brillante y certera para las muy pocas personas que se inundan en la alegría de haberla sentido.
Bésame finalmente, con pocas certezas y mucha fe en las incertidumbres, con pocas cosas en la mano y muchas en el suelo, con muchas alegrías futuras y dudas presentes. Hazlo para que por un momento el mundo cambie de eje, las cosas se inviertan, la noche no se acabe y reír sea nuestro oficio más rentable. Regálame unas pocas gotas de tu pelo mojado y déjame guardarlas en el medio de mi cuerpo, rocíame con tu furor encendido con miles de destellos de paciencia, déjame llenarte de caricias próximas y olvidadas.
Déjame enseñarte lo que tu me has enseñado, para compartir un conocimiento antiguo pero nuevo, un saber arcaico y moderno, la sabiduría antigua condensada en nuevas formulas
Porque eres el remedio que cura la enfermedad que no tenia.
Y porque en este momento una golondrina no hace verano
Pero si una pajarita