miércoles, septiembre 30, 2009

Joven por siempre

Y de repente los apus están tramando esto desde hace tiempo, conjurando secretamente la forma de hacerme regresar al terruño, a las tierras de nadie. ¿Son tan celosas las mujeres, hasta la madre tierra, que es imposible librase de ellas una vez que se les conoce? ¿Tan celosa eres madre que no soportas la ausencia de tus hijos? Yo también pague tributo madre y he dejado más de la mitad de mi alma y memorias contigo, ¿me las vas a devolver acaso? ¿Recordaras entregarme la bondad que te entregué, la inocencia en la ignorancia? ¿Me quitaras tu regalo malicioso y cruento de la desesperación y la ansiedad? ¿Borrarás los fantasmas del pasado con algún brebaje oculto y misterioso que aclare mi memoria y endulce el sabor de lo vivido? ¿Harás eso madre? O ¿es que yo, Judas, por 12 monedas de plata me venderé a mí mismo, para ser sacrificio agradable a nadie?
¿O es que acaso, madre, me recuerdas con cariño y extrañas abrazarme? ¿Es que acaso en tu memoria si existe algún rincón en el que guardas las caricias olvidadas, la bondad reciproca y el amor mutuo?
¿o es que acaso, madre, me recuerdas con cariño?

viernes, septiembre 18, 2009

Chocheces

¿Sera que la vejez me está alcanzando? Los discos ya no son como los de antes, las canciones solo suena bien cuando son de mi “grupo favorito” y los nuevos escritores casi en su totalidad escriben basura, y solo me queda releer los “clásicos” o seguir en la línea reconocida de un solo escritor al que considero bueno, que pa concha ya se murió o sea que cuando acabe de leerme todos sus libros realmente no se qué haré. Las radios programan 12 canciones y las repiten hasta el hartazgo en una campaña humanitario de enseñanza de ingles, porque repiten tanto esas basuras que te terminas aprendiéndote la letra, el significado y hasta la pronunciación, ¡que ICPNA ni que ocho cuartos! El ingles a punta de repetición musical.
Incluso los nuevos edificios me parecen basura y mis gustos se inclinan por la arquitectura clásica, la delicada construcción de lo ancestral. Y es que también me voy sintiendo viejo, prendo la radio a todo volumen en el carro y me siento tonto de escuchar guns and roses (que los más viejos que yo escuchan en versión bossa nova) mientras siento que miles de chiquillos me miran como diciendo “y que le pasa a este tío”? e incluso los practicantes me miran con una especie de odio-admiración-respeto-miedo-de-este-chuchasumadre por ser como es. Los problemas en el trabajo hasta me parece que se repiten y es sencillo resolverlos, he resuelto que una taza de café en la mañana o sentarme a tomar un chocolatito saliendo de clases, con su sandwich mas (sin decir “mas” me hubiera sentido menos peruano, se los juro) en la total tranquilidad de una banca sintiendo como miles de otros corazones de estudiantes acelerados transitan por los pasillos buscando rápidamente un lugar adonde ir, alguna suave emoción que acelere su vida y bombee la sangre de su excitación, mientras me miran con una especie de odio-admiración-respeto-miedo-de-este-chuchasumadre que tiene tiempo de estar sentadazo ahí hueveando, pero porque es VIEJO. Un día van a llevarme una manta la van a poner entre mis piernas y no faltará el pendejo que me dé un gato también y terminare siendo una versión decrepita de mi mismo.
Hoy día estaba en clase y me obligaron a hacer grupo con una señora, mucho mayor que yo, la señora no entendía un carajo de lo que estábamos hablando, ni que cosa teníamos que hacer en grupo, ni siquiera sabía todos los términos que hemos estudiando pro tanto tiempo. Quise hacer un ejercicio de caridad y ayudarla, pero fue imposible, la generación de educación ya pasó y ha engullido a los menos preparados. No pudiendo evitar ser yo mismo le he dicho un par de cosas y ella me ha lanzado una mirada que venía cargada odio-admiracion-respeto-miedo-de-este-chuchasumadre, poco más y me mete un cocacho.
Y en ese momento yo he empezado a creer que tal vez pueda alcanzar la inmortalidad, pero sino, por lo menos la mirada