miércoles, abril 21, 2010

Tus viejas cartas

Hace años te escribí una carta, aun la tengo guardada por ahí porque al releerla un día de esos me di cuenta que tenia muchísimas imprecisiones, sobre todo de tiempo y lugar, de cosas que no pasaron como esperaba, de cosas que no pasaron simplemente y de otras que lamentablemente si pasaron. Luego encontré una carta más en donde hablaba de mi futuro con miedo, de cómo era empezar a moverse, a caminar, salir de caso y recorrer el camino menos transitado, para mí también hizo la diferencia lamentablemente. He releído esa carta con cariño, aunque no sea más que las balbuceantes declaraciones del miedo. Mucha agua corrió bajo el puente y muchas vueltas dio el planeta y al igual que la primera carta, estaba llena de dudas, de imprecisiones de tiempo y lugar, de seguridades insensatas sobre cosas que jamás pasaron y de lealtades arteras.
Hoy me siento a escribirte esta tercera carta hijo, para decirte que el tiempo pasa, las cosas cambian, las personas envejecen, el amor no se acaba, la vida se renueva, el mundo florece si tu quieres o se marchita si lo deseas, las esperanzas son dulces amarguras, que hay espacio para ser feliz, estar triste, bailar, hacer cuentas, llorar, sufrir, renacer y nuevamente, como dice la canción, correr el riesgo de levantarse y seguir cayendo
También quiero decirte que tus errores serna perdonados siempre, que tu felicidad no se limite a las monedas o aplausos y que vivas de acuerdo a lo que tú crees aunque por esa razón te quedes solo un tiempo, solo para descubrir que estas muy bien acompañado
Que lloraras porque las cosas no pasen como tú quieras aunque esto siempre sea así, que hay momentos importantes y felices dignos de ser vividos. Mis dos más grandes maestros me dijeron que aunque desfallezcas, ames, y que muchas veces no te puedes dar el lujo de quedar como un cojudo. Descubrirás que ambas afirmaciones son tan ciertas como complementarias
Y finalmente quiero decirte que al escribirte esto, corro el riesgo de reírme dentro de 10 años de las tonterías aquí escritas y que tal vez hasta las considere llenas de imprecisiones, pero que hoy, justo hoy, son muy ciertas.