¡¡¡Al minerio...cara..!!!!

Y tenía que pasar, como siempre, cada dos o tres semanas, o cada mes o cada dos meses o cuando sea, me envían a la mina de nuevo, un toque, un par de días, un rapidin un mete y saca nomas, la cabecita y despacito como quien dice, pero igual pues, me mandan y no es que yo este saltando en un pie de alegría dispuesto a hacerme las coreografías completitas de Nubeluz. No señor, cada cierto tiempo sin previo aviso, casi como cuando te agarra la gripe o te piden plata prestada, viene el jefe y te dice: Muchacho te vas a la mi…na, y aunque tu le respondas “y usted váyase a la con…struccion” igual nomas, de la forma más cruel e inhumana te manda a morir de frio, cansancio y hambre los lugares más recónditos de la tierra del inca. Lugares en donde muchas veces no hay señal de radio, de teléfono celular, de nada señor (chat siempre hay, que seria de la vida sin el msn, ahí si el acabose) Donde cunde la lascivia, la lujuria, y el libido esta exacerbado (a ver tu mete 40 hombres en una casa y dos mujeres y luego de 30 dias me cuentas que pasa) y donde estas en medio de la nada, nadita, nada, pero ¿nada nada nada nada nada nada nada?, que no, que no.
Dado que ya mi suerte está echada solo queda prepararme psicológicamente, porque todo empieza con la actitud mental positiva, con las energías, la buena vibra, los chakras pes causita. Comienzas respirando y diciendo “yo no estoy yendo a la mina, estoy yendo al troca” (asi como la canción de Leusemia) lo repites unas mil veces hasta que se quede en el cerebro cosa que cuando descubres en medio del arisco camino que conduce a los huecos en la tierra la puerta de ingreso ya estas completamente hipnotizado, y bueno, ya estas hecho también pues porque ¿ni modo que vas a dar marcha atrás no? Lo segundo es llevar ropa abrigadora para TODAS las partes de tu cuerpo, y todas son todas señor, y tú que te burlabas de los calzoncillos de lana de tu abuelito ¿no? Ahora pues, búrlate varón. Lo tercero más importante es llevar todos los vicios permisibles posibles, cigarros, galletas pícaras, morochas, cocorokos, muss, tu pote de nutella, tu botellaza de fanta, en fin mil cosas que te engorden y te envicien, porque en medio de la nada no hay Wong pues papaycito, no seas tampoco, y además cuando en medio de las lagunitas esas, con toda la concha y pana del mundo saques tus picaras y empieces a comerlas con deleite, más de uno va a mirarte con cara de “se vale con convi” y tú con tu cara de “pobres ilusos, coman tierra”. Asimismo debes tener presente de llevar unas tabas superpoderosas porque vas a latear como visitador médico y si llevas una chancleta fijo que se te rompe y a esa hora, a esa altura en ese momento lo unico que te quedara decir si se rompen es “uy chucha la cagada” y nada más porque nada podrás hacer. Y andarás a pata calata sabe EL cuantos kilómetros. Finalmente, para completar esta lista, debes llevar (anótalo recuérdalo, tatúatelo en el cuerpo) tu Ipod, MP3, MP4 lo que sea pero música URGENTE, porque es lo más desesperante del mundo escuchar el sonido de la nada total (tal vez así se llegue al vacio mental y a la sabiduria, aunque yo conozco a varios que ya vaciaron su mente hace rato y no los veo más hábiles) porque si no vas a tener que escuchar la música turbo stereo que te va a poner el chofer que te asignen , porque chofer que se pone a escuchar a Calamaro, o a The Smiths, fijo que nos es chofer y fácil se choca y mueren. Chofer que se respete debe escuchar a Armonía 10, el grupo 5 o a “papá” Chacalón. Un chofer subiendo a 5000 metros de altura escuchando a Paulina Rubio es considerado casi casi un sacrílego, ateo hereje, sodomita, hetaira, y no sigo porque la lista se queda chicoma.
Luego que todas estas cosas están completas en tu mente, tu corazón y tu maleta, solo entonces estás listo para emprender el gran viaje que no te creas que va a ser siguiendo el camino de las losetas amarillas, sino que va a hacer una constante lucha entre tu trasero y el asiento que te toque porque jamás vas a encontrar comodidad. Anda llevando tu plumón también porque ya sabes que se te va a borrar. ¿Ya adivínate?, ¡claro que sí! La sonrisa.
Finalmente te despides de tus seres queridos y les dices que te vas pero volverás, que se recen por ti unas novenas, decimas y hasta onceavas (porque pues, a más, mejor, como decía una tía que ya no me acuerdo su nombre) y que si pasa algo te recuerden con cariño, así te odien a muerte, que miércoles que finjan siquiera. Porque no es cosa de viajar sin la bendición de los seres queridos ¿no?
Y bueno, luego de eso, con todas sus letras, si te puedes ir a la mismísima mi…na
UPDATE: ¡CANCELARON EL VIAJE!