Bailando tan cerca

De aquí hasta aquí hay un escritorio, unas canciones de los amigos invisibles, un carrito viejo, una estrellita en la frente y unos rizos dorados perdidos en un asiento de cuero, hay luces de tablero de madera y hay clases de violencia en la punta, hay un kimono Dragao, azul y blanco y de varias tallas y también hay polos manga cero para hombres con inscripciones raras y en tailandes, hay un buda sin cabeza y el collar de un elefante, películas antiguas y gente que sangra como Maylee, mas violencia contra sacos y peinadores raros y jaustralianos que hacen reir, hay zapatos, miles de miles, ahorros como cancha y anticuchos y humitas de queso y hay también películas para niños y champiñones, sobre todo eso. Hay paseos por toboganes de agua y terneritos recién nacidos y clases pendientes de salsa y hay cigarros lught y rojos y también el ya basta de fumar, eso también hay, comilonas en buffets y salidas medio familiares sin ser familiares y hay sillones ¡uy esos sillones! Y sillas de patio con tela de las que usan en los yates y hay charlas y marshmellows y hay ositos de color rojo, de otros colores tambie hay, pero más son los rojos. Y hay patines una vez usados y playas y tampico de sparkies y hamburguesas menesterosas y no tan menesterosas y otras con cupones y también no hay pues, porque hay el no hay, porque a veces no hay.
O sea que si te digo que te amo de aquí hasta aquí, es que es un montón